Compañeros de pabellón

 Ayer a la noche llegué a mi localidad de trabajo. En el piso compartido, Gerardo comía lentamente zanahorias mientras veía la tele en calzoncillos. Me habló largo y tendido de sus últimos escarceos sexuales.
  Hoy a la mañana se fué a trabajar. Cuando me disponía a hacerme la comida, me di cuenta de que el lavabo estaba atascado. He tenido que cocinar mientras limpiaba unas cañerías que llevaban sin tocar 20 años. Ha sido asqueroso, y se me ha quitado el hambre, con lo que he cocinado para nada. Y he desatascado el lavabo innecesariamente, porque no hay vajilla que limpiar.
Gerardo ayer prefirió contarme a quién se ha follado, y como, en vez de avisarme de lo del lavadero.Yo hubiera preferido que me avisara de la avería antes que enterarme de que ayer se la chuparon en un portal.
Inequívocamente, el sigue siendo un macho alfa y yo me estoy marujizando.

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