Malas noticias II
Picón Frutos se tomó bien lo de su abuelo, quizá porque no le quedaba más remedio. Siempre puede uno rebotarse, pero lo cierto es que en este caso le podría haber salido caro; Estar en el módulo de respeto es un privilegio difícil de ganar y fácil de perder. Y ponerse borde con un funcionario te quita puntos. Porque en este hotel funciona todo a base de palo y zanahoria. No sólo con los internos, para que nos vamos a engañar. Hace unos años toda la plantilla sentía una viva ilusión por pasar la noche de reyes con sus hijos, disfrazarse de Baltasar y todo ese rollo. Desde que pagan un dinerillo extra por hacer esa guardia, ese entusiasmo se ha templado hasta el punto de que podríamos hacer nuestro propia cabalgata de funcionarios por el recinto. Entre los internos, la actitud que tomen ante su forzada estancia entre nosotros va a determinarlo prácticamente todo. Incluso la duración de la misma. Y Picón Frutos había tomado el camino más inteligente. Portarse bien, conseguir una ce